miércoles, 11 de mayo de 2011

Rubén Sobrino, uno de los destacados en la pasada Copa de Campeones Juvenil


Se pensaba que el Barça-Madrid de la Liga de Campeones ponía fin a esta serie de clásicos seguidos que tanto nos ha dado que hablar. Pero no. El sábado se disputó otro, en Lepe (Huelva). El FC Barcelona y el Real Madrid se veían las caras en la gran final de la Copa de Campeones de División de Honor Juvenil, con el atractivo añadido de ver frente a frente a dos de las mayores promesas de nuestro fútbol: el blaugrana Gerard Deulofeu y el madridista Jesé Rodríguez.

Parece claro que ambos acabarán siendo jugadores de primer nivel; pero el sábado quien sobresalió fue otro. Rafa Alcántara, también conocido como Rafinha, condujo al conjunto dirigido por Óscar García Junyent a la victoria sobre el césped del recién estrenado Ciudad de Lepe, cuyas gradas hubiesen presentado un mejor aspecto de no ser porque el duelo coincidía con la Romería de La Bella, festividad sagrada en el lugar. Fue Rafinha quien marcó las diferencias en el marcador, que acabó 3-1 para el Barça, pues anotó los dos primeros goles de su equipo, regaló el tercero a Ernesto e incluso provocó un penalti que Espinosa no logró siquiera enviar entre los tres palos.

Rafa es hijo de Mazinho, al igual que Thiago (los nuevos Alcántara), y ayer evidenció, junto a sus compañeros, que la distancia futbolística que separa hoy día al Barcelona y al Real Madrid está fundamentada desde la base. Ver jugar al juvenil del Barça es un ejercicio orientativo. Y, además, un gustazo, pues el modelo es prácticamente el mismo que el del primer equipo. Un fútbol de presión, toque, precisión y velocidad. De esta forma consiguieron el sábado que el centro del campo del Madrid, que dejó muy buenas sensaciones a lo largo de la semana, acabase sucumbiendo ante la calidad de los jóvenes de La Masía.

En ningún caso restamos mérito a los chicos entrenados por Tristán Celador –a quien acompaña en el banquillo Rubén de la Red– que, insistimos, han realizado un gran campeonato. Además del citado Jesé, jugadores como Aguza, Omar, Kamal o Rubén Sobrino han destacado en los partidos que el Madrid disputó el miércoles y el viernes. Pero la final fue otro mundo dado que fue el Barcelona el que llevó el peso del partido y restó protagonismo a las promesas blancas. De hecho, casi todas las ocasiones fueron para los azulgranas y el Madrid, que marcó el gol del honor en el descuento, sólo reaccionó a ratos.

Noticia aparecida en la Web Fútbol es Fútbol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario